Ahorrar dinero en las facturas de los servicios públicos es el objetivo de muchas familias que se han visto duramente afectadas por las subidas de los precios de la electricidad y el gas de los últimos meses. Entonces, ¿cómo regular la calefacción para ahorrar? ¿Cuántas horas al día se debe poner la calefacción? En este artículos encontrarás todas nuestras respuestas y nuestros consejos. 

 

¿Cómo poner la calefacción para gastar menos?


Cuando hablamos del control de la calefacción, conviene recordar que elegir la temperatura adecuada es crucial para reducir el consumo. No debe ser ni demasiado alta ni demasiado baja y debe situarse entre 18 y 21 grados. Cada grado menos en el termostato equivale más o menos a un 6% de ahorro en calefacción.

Por lo tanto, es muy importante mantener la temperatura constante, sin crear picos que provoquen un mayor consumo de calefacción. Por ello, te aconsejamos que no enciendas y apagues la calefacción repetidamente. Porque, aunque suene extraño, la mejor forma de ahorrar en calefacción es mantenerla encendida las 24 horas del día. Sólo si vas a ausentarte durante largos periodos de tiempo debes poner el termostato al mínimo o apagarlo. 

 

¿Que gasta más encender y apagar la calefacción o dejarla encendida?

 

Apagar la caldera por la noche o cuando no se está en casa, pensando que es un truco para ahorrar dinero en las facturas, es por lo tanto una opinión muy extendida que, en realidad, no resulta muy práctica. 

 

La razón radica en que, después de estar apagado durante muchas horas, el sistema de calefacción del hogar se esfuerza por encenderse y alcanzar la temperatura deseada - especialmente si hace mucho frío en el exterior. Se necesitará entonces más tiempo y energía para calentar el piso que si la calefacción hubiera seguido encendida a una temperatura más baja.

 

cuántas horas al día se debe poner calefacción

Los dos, en efecto, ayudan a mantener la calefacción encendida durante todo el día a una temperatura mínima, conservando el calor y reduciendo la humedad en el interior de la casa. Así, no tendrás que preocuparte más de cuántas horas al día tienes que poner la calefacción. 

 

Además, conectados al wi-fi de la vivienda, a través de una sencilla aplicación, estos instrumentos de nueva generación permiten regular y programar a distancia el funcionamiento del sistema de calefacción del hogar subiendo y bajando la temperatura en los horarios deseados. Sin olvidar que algunos disponen de varias funciones, como el ajuste de la calefacción según los hábitos del hogar o por habitaciones, el modo de protección contra heladas y la detección de ventanas abiertas.

 

Por supuesto, para conseguir el ahorro deseado, es esencial que todos los elementos funcionen correctamente: por eso es importante revisar los filtros y realizar el mantenimiento de la caldera y los radiadores periódicamente.

Además, una vez alcanzada la temperatura programada, los radiadores estarán calientes, pero la casa seguirá fría porque las paredes aún no habrán absorbido el calor del sistema y la temperatura del piso seguirá bajando aún más cuando se apaguen los radiadores. 

 

Por último, los componentes de la caldera se ven sometidos a un gran esfuerzo por la fluctuación continua entre la pausa y la activación a máxima potencia. Eso puede provocar un desgaste acelerado y un fallo prematuro (con los consiguientes gastos de reparación del sistema).

 

En cambio, si mantiene los radiadores encendidos a potencia mínima durante muchas horas al día, la caldera funcionará menos y se verá menos afectada por las fluctuaciones de temperatura, lo que le permitirá durar más años. La temperatura de los radiadores nunca será demasiado alta porque el sistema no está trabajando al máximo y la sensación de calor será uniforme en toda la casa.

 

Ahorrar en calefacción gracias a la domótica

 

La domótica es un sistema de control integrado a tu calefacción que te permite controlar permanentemente el consumo de la instalación de calefacción, mostrando las tendencias energéticas y las bajadas o subidas de consumo, de modo que se puedan tomar medidas para reducir el despilfarro y ahorrar en las facturas. 

 

En particular, los termostatos inteligentes y las válvulas termostáticas pueden ayudarte a ahorrar considerablemente y a disfrutar de la temperatura perfecta en cualquier momento del día.