Cada vez son más las familias que optan por la calefacción por suelo radiante. Un fenómeno que puede explicarse en particular por la comodidad de vida y el confort térmico que trae. Al fin y al cabo, ¿quién resistiría la tentación de sentir un suave calor que sube del suelo en pleno invierno y poder andar descalzo cuando bajan las temperaturas? Sin embargo, esta solución de calefacción también tiene algunos inconvenientes... ¡Hagamos juntos un balance de las ventajas y desventajas de la calefacción por suelo radiante!

¿Qué es el suelo radiante?

La calefacción por suelo radiante, también conocida como 'calefacción por paneles radiantes', es un sistema que permite calentar un espacio irradiando la superficie del suelo. Creado entre los años 50 y 70, hoy se beneficia de muchas mejoras tecnológicas que le permiten operar de manera mucho más eficiente que en el pasado.

¿Cómo funciona un suelo radiante? Es muy simple. Los elementos radiantes, formados por tubos de material resistente a las altas temperaturas y al tránsito peatonal, se introducen bajo el suelo y transmiten el calor por radiación (y no por convección como en el caso de los radiadores), evitando así molestos movimientos de aire y polvo y permitiendo que el calor se propague más uniformemente.

Hasta la fecha, hay dos sistemas de suelo radiante:

• El sistema por suelo radiante eléctrico. Compuesto por una red de cables calefactores a modo de resistencias eléctricas, este sistema se instala bajo la lámina aislante sobre la que se apoya el revestimiento del suelo. Funciona gracias a la red eléctrica de la casa, al igual que los radiadores estándar.
• El sistema por suelo radiante hidráulico. Colocado entre la solera de cemento y los paneles aislantes sobre los que se colocan las baldosas o el parquet, el circuito de tuberías de este sistema calienta y enfría el agua, si la instalación lo permite, con la ayuda de una caldera de gas o una bomba de calor.

Ventajas y desventajas del suelo radiante

Las ventajas del suelo radiante son numerosas y no desdeñables. Sin embargo, quien dice ventajas, también dice posibles desventajas. Por lo tanto, para un conocimiento más completo de los dispositivos de calefacción por suelo radiante, aquí hay una lista de pros y contras que pueden serte útiles.

Las ventajas son:

• Un confort de vida óptimo gracias a la distribución uniforme y constante del calor;
• Un calentamiento discreto, silencioso e invisible;
• Hasta un 15% de ahorro energético respecto a la calefacción tradicional y hasta un 30% más si se utiliza en combinación con una bomba de calor equipada con termostato inteligente;
• Un sistema reversible en el caso de los modelos con suelo radiante hidráulico debido a la posibilidad de hacer pasar agua fría por las tuberías. Evidentemente, es importante destacar que en caso de que desee utilizar su sistema de calefacción por suelo radiante para este fin, sería necesario disponer de un sistema de deshumidificación, aumentando así el coste del sistema y de los accesorios a instalar.
• Una calefacción más segura para tu salud, ya que no produce polvo nocivo y mantiene un excelente nivel de humedad capaz de evitar la proliferación de ácaros y moho.

Las desventajas son:

• Una alta inversión inicial por los precios de instalaciones;
• Un mantenimiento y reparaciones complejos que pueden requerir la ayuda de un técnico de calefacción profesional y resultar muy costosos;
• El sistema no es apto para un uso ocasional ya que, al ser calentadores a inercia térmica, tardan unos días en alcanzar la temperatura deseada;
• Incompatibilidad con varios proyectos de renovación debido al espesor del suelo radiante.
• Posible daño a tuberías de agua y pisos en caso de falla.
• Poca eficacia en el caso de mobiliario que cubre demasiada superficie del suelo (muebles de gran tamaño o de madera, numerosas alfombras, etc.).

¿Cuánto cuesta la calefacción por suelo radiante?

El precio de instalación y compra de una calefacción por suelo radiante varía mucho. Eso depende principalmente del tipo de calefacción elegida: eléctrica, hidráulica o reversible, pero también del tamaño de la casa ya que, al igual que los suelos normales, los suelos radiantes se pagan por metro cuadrado.

En general, cuenta:

• entre 50 y 65 € por m² para un suelo radiante eléctrico;
• entre 70€ y 110€ por m² para un suelo radiante hidráulico;
• entre 100€ y 120€ por m² para un suelo radiante hidráulico reversible.

Cabe destacar que en el marco de la transición energética, la instalación de un suelo radiante es subvencionable a través de los fondos europeos del Plan Renove del gobierno, regulado por el Real Decreto 477/2021, de 29 de junio.

Sin embargo, una vez instalado, la rentabilidad de su sistema de calefacción dependerá principalmente de la fuente de energía que eliges. En principio, aunque más sencillo y económico de instalar, el suelo radiante eléctrico consume más a largo plazo. En cuanto al suelo calentado hidráulicamente, hay varias opciones disponibles.

En España, en general, habrá que contar con un precio medio de alrededor de 0,16 €/kWh para la electricidad, entre 0,030 € y 0,047 €/kWh + 5,00€/mes para el gas y entre 0,042 € y 0,029 €/kWh para la madera o la biomasa.

Además, no debemos olvidar que el consumo anual también dependerá del uso del sistema, el clima de la región donde vives y la calidad del aislamiento térmico de la casa.

Poner suelo radiante

La instalación de calefacción por suelo radiante requiere conectar tu sistema a una bomba de calor o una caldera en el caso de los modelos hidráulicos o a tu electricidad en el caso de los modelos eléctricos. Sea cual sea el sistema de calefacción que eliges, te recomendamos ponerte en contacto con un termotecnico en cualquier caso, para que la instalación cumpla con las normas vigentes.

¿Sabías, por ejemplo, que la instalación y el encendido de la calefacción por suelo radiante se rige por la norma UNE-EN-1264 que define los requisitos para el diseño e implementación de este tipo de calefacción?

Además, antes de instalar calefacción por suelo radiante hay que tener en cuenta algunos requisitos previos. En particular, el profesional tiene que comprobar que el suelo sea perfectamente plano y liso y que la estancia en la que se instalará el sistema de calefacción sea de tamaño medio, ni demasiado grande ni demasiado pequeño, para que la temperatura sea la óptima.

Lo que es importante saber es que, después de la instalación, para garantizar una vida útil óptima a tu calefacción por suelo radiante, es necesario un mantenimiento regular. Un buen sistema domótico podría ayudarte también a reducir el riesgo de averías e intervenciones.

Si bien el mantenimiento de una calefacción por suelo radiante eléctrico es simple porque los cables tienen pocas razones para degradarse y son fácilmente accesibles a través de la caja eléctrica de tu hogar, una calefacción por suelo radiante hidráulica requiere más mantenimiento.

En primer lugar, se debe comprobar el correcto funcionamiento del sistema de calefacción central, como la bomba de calor o la caldera. Posteriormente, las tuberías por las que circula el agua caliente deben limpiarse de lodos cada 5-7 años. Esta operación, que dura de 2 a 10 días hábiles, se puede realizar tanto químicamente como físicamente. 

Cuando todo esto está hecho, el profesional responsable del mantenimiento del sistema inyecta un producto para desincrustar las tuberías y evitar la corrosión con el fin de prolongar la vida útil de tu suelo radiante.

Para el mantenimiento preventivo de su suelo radiante, cuenta entre 250 y 450 €, mientras que para una limpieza completa (o "curativa", con la eliminación de lodos incluida, por ejemplo), entre 450 y 700 €.

¿Cómo se puede mejorar el rendimiento de un sistema de calefacción por suelo radiante?

Para mejorar el rendimiento de un sistema de calefacción por suelo radiante, es fundamental utilizar un sistema de calefacción inteligente. Por ejemplo, integrando el sistema con termostatos inteligentes, se puede mejorar la eficiencia del propio sistema gracias a sus funcionalidades avanzadas que permiten adaptar su uso a los hábitos y necesidades de los habitantes de la casa.