Hay muchas razones por las que una caldera se queda apagada: desde fallos eléctricos hasta falta de presión, desde desgaste hasta acumulación de cal, desde anomalías en los gases de combustión hasta cortes de gas y electricidad. 

Sin embargo, pasar frío o quedarse sin agua después de un largo día de trabajo o de ocio es muy desagradable. ¿Cómo evitarlo y, sobre todo, cómo solucionar el problema si se produce? Te lo explicamos en este artículo. 

Por qué mi caldera no arranca

Puede haber varias causas que impidan que la caldera arranque con regularidad. Conocerlas permite saber cómo intervenir, teniendo en cuenta que la mejor forma de solucionar el problema es contar con los conocimientos de un servicio técnico especializado.

Para identificar el motivo por el que la caldera no arranca, uno puede basarse en los códigos de error que indica la pantalla, si el modelo en cuestión lo admite. Los errores del sistema que se muestran en el panel permitirán ver, por ejemplo, si se ha producido un bloqueo de seguridad que impide el funcionamiento del generador de calor y que podría solucionarse simplemente con un rearme.

En otras ocasiones, sólo es necesario comprobar que la caldera está conectada a la red eléctrica. Esta acción, aunque parezca obvia, es la primera y más importante que hay que hacer. Es sorprendente la cantidad de "averías" que se resuelven simplemente comprobando que la caldera está conectada a la red y que hay electricidad en la toma donde se conecta la caldera al suministro de agua caliente.

Qué hacer si la caldera de gasoil no arranca

Sin embargo, el problema que afecta a su caldera también podría buscarse en otro lugar e implicar:

• La presión del agua. Una presión de agua demasiado baja, por ejemplo debido a una fuga de agua, con un nivel por debajo del rango óptimo de 1 a 1,5 bares, es insuficiente para que la caldera funcione. Del mismo modo, el bloqueo de la caldera puede deberse a una presión demasiado alta. Basta entonces con ajustar el nivel de agua para que la caldera vuelva a funcionar.
• La presencia de cal. La cal es un enemigo acérrimo de los sistemas de fontanería, y la caldera no es una excepción. Las incrustaciones de agua dura son una de las posibilidades que impiden el encendido de la caldera. Por ello, será necesario realizar una limpieza a fondo de los componentes, incluyendo la instalación de un filtro antical para evitar que el imprevisto se repita en el futuro.

• El quemador de la caldera. Es el elemento fundamental en las calderas de gas porque enciende la chispa para quemar el gas y, en consecuencia, producir agua caliente sanitaria. Cuando se activa regularmente, se enciende la llama de la caldera. Si, por el contrario, la llama piloto no se enciende, hay que comprobar el estado del quemador. Con el paso del tiempo y la acumulación de polvo y residuos, puede tener las toberas obstruidas o sufrir un fallo en el sistema de encendido.
• El cuadro de gestión. Gestiona las principales funciones y controla el sistema de seguridad de la caldera. Cuando no funciona correctamente, puede haberse quemado, provocando el mal funcionamiento de la caldera. De hecho, la tarjeta de control es susceptible a las fluctuaciones de tensión y a la inestabilidad de la corriente de alimentación, dañándose o quemándose.

Teniendo en cuenta la complejidad de cada uno de estos casos, es aconsejable llamar a un técnico especializado.

Trucos y consejos si la caldera no se enciende o no funciona

Estos son algunos sencillos trucos y consejos para poner en práctica antes de la temporada de frío o cuando tu caldera deje de funcionar. Quizás con estos sencillos trucos puedas solucionar el problema sin tener que llamar a un profesional, con el consiguiente desembolso económico.

En primer lugar, recuerda realizar un mantenimiento adecuado de tu caldera. Además, antes de que llegue el otoño, le recomendamos que se asegure de que su caldera funciona correctamente. Para ello, compruebe que el aparato está enchufado y que el grifo está abierto.

A continuación, compruebe el selector de funcionamiento. Debe estar en modo calefacción/invierno. A continuación, observe el manómetro con la caldera apagada para comprobar que la presión se sitúa entre 1 y 1,5 bares. Si es inferior, abra el grifo de llenado. Si es superior, purga algunos radiadores. También te recordamos que existen varios instrumentos que pueden ayudarte a comprobar el estado de la caldera a distancia. Los termostatos de última generación, conectados a la red wifi, por ejemplo, gestionan automáticamente el encendido y apagado de la caldera. Y eso no es todo: los módulos de caldera inteligente te avisan mediante notificaciones en caso de anomalías en el sistema de calefacción, lo que te permite mantener la situación bajo control en todo momento.

Si, a pesar de tus esfuerzos y precauciones, la caldera no funciona, un primer intento para intentar volver a ponerla en marcha pasa por realizar un reset de la memoria del generador de calor. Para hacerlo, en la mayoría de los modelos, solo necesitas pulsar el piloto redondo o el botón R que indica la parada de la caldera durante al menos 5 segundos antes de soltar el botón. 

El rearme permite resolver ciertas anomalías, pero no tiene ningún efecto si la causa de la parada está relacionada con situaciones más complejas.En casos afortunados, el bloqueo temporal se resuelve con el rearme. Sin embargo, si se comprueba que esta operación no basta para volver a poner en marcha la caldera, reiteramos que es imprescindible ponerse en contacto con un centro de asistencia técnica.